Para que el Programa sea efectivo y tenga credibilidad es imprescindible que las conductas contrarias a las reglas éticas de la persona jurídica sean detectadas y se perciba que se reacciona frente a ellas de manera firme y justa.
Una de las formas de garantizar el efectivo cumplimiento de un Programa de Integridad es dando la posibilidad a quienes son parte de una organización o se relacionan comercialmente con ella, de emplear canales seguros y confidenciales para realizar consultas y también de reportar situaciones en las cuales exista una sospecha de incumplimiento en temas de integridad. Su finalidad es la de prevenir desvíos y corregir los detectados.
Si bien la Ley N° 27.401 no establece a la línea de denuncias como elemento obligatorio, es importante que la entidad -con los recursos disponibles- fomente una política de puertas abiertas y una cultura organizacional que promueva compartir dudas e inquietudes, de manera que las y los colaboradores y terceras partes sientan confianza para comunicar abiertamente cualquier posible infracción de la que tengan conocimiento.
Estos mecanismos -si se los diseña y administra de manera correcta- son útiles para generar confianza y promover el interés en colaborar y la adhesión al Programa de Integridad.
Empresas de Propiedad Estatal (EPES)
En el caso de las EPES, en la Guía para el desarrollo de políticas de integridad en empresas con participación estatal elaborada por la Oficina Anticorrupción, se explica que, cualquiera sea el diseño que se elija, es importante generar confianza respecto a la transparencia, independencia y profesionalidad con el cual los reportes que se reciban serán tratados para que las personas decidan utilizar los canales.